La mayoría de las parejas pueden concebir un hijo sin mayor dificultad. Sin embargo existe un porcentaje que pueden presentar problemas para conseguir un embarazo.
Para estas parejas es recomendable acudir con un especialista si:
- Tienen menos de 35 años y no se consigue el embarazo al intentarlo durante un año.
- A partir de los 35 años, no se consigue el embarazo al intentarlo después seis meses.
Una de las opciones disponibles para lograr el embarazo es la fecundación in vitro (FIV). Esta consiste en extraer un óvulo de la mujer y fecundarlo en un laboratorio con espermatozoides de su pareja. Una vez fecundados, los embriones se depositan en el útero materno.
Un paréntesis importante: recuerden que cada cuerpo o cada caso es un mundo, si tienen alguna duda o sospechan que hay un problema pidan ayuda a su ginecólogo, él se encargará de orientarlos y llevarlos por el mejor camino.
¿Cuándo se aconseja optar por la FIV?
Esta técnica puede utilizarse en casos de infertilidad femenina o masculina. En los hombres, por problemas relacionados con la calidad del semen. En las mujeres con disfunción ovárica, endometriosis o fallo de inseminación artificial.
Fases de la FIV
La estimulación ovárica:
Se refiere al proceso de definir un protocolo farmacológico para cada mujer. Los medicamentos incluidos regularmente son inyecciones. Estas estimulan los ovarios para aumentar el número de folículos que maduran en un ciclo. En cada folículo hay un óvulo u ovocito. Por lo tanto se producen entre 10 y 12 a diferencia de lo habitual que es uno mensualmente. Con esto se tienen más posibilidades de obtener embriones fecundados.
Extracción de los óvulos:
Se lleva un seguimiento de la estimulación ovárica para encontrar el mejor momento de la extracción de los ovocitos. Cuando ya es el momento se procede a una intervención que dura de 15 a 20 minutos con anestesia local llamada punción ovárica. En esta se introduce una fina aguja a través de la vagina llegando a los folículos del ovario y aspirando los óvulos.
Preparación del semen:
El semen es preparado en el laboratorio mediante un proceso llamado capacitación espermática. El objetivo es seleccionar los espermatozoides más adecuados para la fecundación.
Fecundación en el laboratorio:
La unión óvulo-espermatozoide se hace el mismo día de la extracción. Los espermatozoides capacitados se ponen en contacto con los ovocitos. Según las causas de esterilidad puede hacerse la fertilización colocándose los óvulos y espermatozoides en una placa de petri. O puede realizarse una Microinyección espermática. Esta consiste en que bajo el microscopio se introduce un espermatozoide dentro de cada óvulo, asegurándose la unión.
Después de 16 a 22 horas es posible observar el número de óvulos fecundados. Este número es variable, ya que depende de cada caso. Lo normal es que se fecunden 7 de cada 10 óvulos inseminados o microinyectados. Unas horas después, los óvulos fertilizados empiezan a dividirse, iniciando el desarrollo embrionario. Es necesario evaluar la morfología de cada uno para conocer el número de embriones viables.
Transferencia de embriones:
Una vez realizada la punción pueden pasar entre 2 y 5 días para la transferencia de los embriones al útero. Habitualmente se transfieren 1 ó 2 embriones, es una decisión que se toma en base a varios factores. Los embriones seleccionados se depositan en un catéter muy fino que se introduce por la vagina hasta el útero. El procedimiento no requiere anestesia a diferencia de la punción.
Crioconservación
Cuando se han producido varios embriones y algunos de ellos nos son transferidos al útero, pueden ser crioconservados. Es decir, los embriones de calidad óptima son guardados para ser utilizados en futuros intentos si se requiere. La crioconservación se realiza durante un plazo que abarca la vida fértil de la mujer.
Riesgos de la fertilizacion in vitro
En ocasiones se puede obtener una respuesta exagerada al tratamiento de estimulación generándose el síndrome de hiperestimulación ovárica. Puede ser leve, moderado o grave y se previene administrando dosis adecuadas de fármacos y ajustando dichas dosis.
También está el riesgo de embarazo múltiple, aumenta con el número de embriones que se transfiere a la paciente. El embarazo ectópico es otro de los posibles riesgos ya que ocurre cuando un embrión se implanta fuera del útero.
En Conclusión…
Consulta con tu médico las mejores técnicas que se adapten a tus necesidades. Después de un estudio de pareja te puede proporcionar la mejor solución de acuerdo a tu situación.¡Recuerda que estoy a tus órdenes!