En ocasiones se puede presentar una presión arterial alta o Hipertensión durante el embarazo. Por eso es importante conocer a qué se debe este padecimiento y cómo evitarlo o tratarlo.
Comencemos por entender qué es la presión arterial: es la fuerza de la sangre que empuja contra las paredes de las arterias. Las arterias son los vasos sanguíneos que transportan sangre desde el corazón hasta otras partes del cuerpo.
Cuando la presión en las arterias es alta frecuentemente dependiendo de tu historial médico se puede diagnosticar Hipertensión Arterial. Este padecimiento puede afectar el corazón y los riñones.
¿Y qué pasa si se presenta durante el embarazo?
Hay mujeres que presentan presión alta antes de embarazarse (Hipertensión Crónica), a otras se les presenta por primera vez en esta etapa (Hipertensión Gestacional).
Por eso es importante que si estás planeando tener un bebé y padeces de presión alta acudas con tu médico. Si antes del embarazo tomabas medicamentos tu doctor puede ajustar tu dosis o cambiarlo de manera que sea seguro para tu bebé.
Aunque anteriormente no hayas presentado problemas de la presión arterial lo mejor es acudir a tus revisiones periódicas para detectar cualquier aumento. Tu ginecólogo te ayudará a llevar un control de tu presión arterial y así tener un embarazo saludable y un bebé sano. Regularmente la hipertensión comienza después de las 20 semanas y desaparece al término del embarazo.
¿Qué complicaciones pueden presentarse?
La Hipertensión durante el embarazo es un padecimiento del que se debe estar muy pendiente. Debido a que puede causar problemas para ti y tu bebé como:
• Preeclampsia. Debido a la presión arterial alta se presentan señales de que algunos órganos como los riñones o el hígado no funcionan bien. Entre las señales están cambios en la visión, dolores de cabeza severos o presencia de proteína en la orina. Este se puede convertir en un padecimiento grave al ocasionar daño renal, en el hígado o en el cerebro.
• Nacimiento Prematuro. Cuando el bebé nace antes de las 37 semanas de embarazo. Si la hipertensión es grave es probable que para evitar problemas de salud para ambos se deba recurrir a tener el bebé antes.
• Bajo peso al nacer. La presión alta puede hacer que los vasos sanguíneos del útero se compriman. Esto evita que el bebé reciba suficiente oxigeno y nutrientes haciendo que su crecimiento sea lento.
• Desprendimiento de placenta. La placenta provee al bebé del oxígeno y nutrientes por medio del cordón umbilical. Por lo tanto si se desprende de la pared del útero antes del nacimiento puede llegar a ser una condición seria.
Generalmente la presión alta no causa síntomas, pero se puede identificar en tus citas prenatales, por lo que no debes perdértelas. Recuerda que me encuentro a tus órdenes, comunícate y haz tu cita.